¿Alguna vez has visto una imagen de un ciervo en época de berrea, luciendo su corona en todo su esplendor y con una luz increíble que se cuela entre alcornoques al amanecer? Yo he visto muchas. En búsqueda de una imagen así, decidí embarcarme en un corto viaje a Cáceres. Ya había realizado búsquedas con anterioridad, en internet, localizaciones, empresas y muchos sitios más, pero al final, gracias a las actuales redes sociales, encontré una que resulto ser la perfecta.
Los hides son perfectos, uno de ellos incluso está enterrado, con el fin de que el punto de vista sea a nivel del suelo. Esto cambia totalmente la perspectiva y te permite crear imágenes más impresionantes.
Aun así el punto fuerte del fin de semana fue la mañana del domingo!
El día antes, había estado hablando con otro fotógrafo al que tuve el placer de conocer, Arturo de Frias, ¡menudo crack! Es un auténtico profesional, hace unas fotos increíbles y es sobre todo una bellísima persona.
Durante la comida me recomendó realizar por la mañana una sesión de "safari", que consiste en ir en un bugui, conducido por David (uno de los guías) campo a través, con el fin de buscar los mejores ejemplares y sobre todo grupos de hembras, donde pueda surgir cualquier tipo de enfrentamiento entre machos. Esto te permite ampliar mucho las oportunidades de realizar fotografías al estar en constante movimiento. ¡El consejo de Arturo fue todo un acierto!
Pero no todo son fotografías, al final, el fin de semana fue toda una experiencia, que sin lugar a dudas volveré a repetir. Pero para que esto ocurra debe de haber un equipo detrás, un gran equipo! Desde los guías Maxi y David, hasta la atención en la casa de Luisa y Lola, hicieron posible dicha experiencia, la cual, fue inmejorable. Desde aquí, un abrazo a todos ellos!